¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
En 15 años, pueden cambiar muchas cosas en nuestro mundo. Podemos formar o ampliar nuestra familia, conseguir el trabajo de nuestros sueños o por fin, viajar a ese destino con el que tanto fantaseábamos. Pero, según los especialistas, para lograr todas esas metas, tenemos que pasar por un proceso de reflexión y haber puesto en marcha un plan de acción para alcanzar cada uno de nuestros objetivos. Un proceso de reflexión similar, pero a nivel global, ha culminado en la Asamblea de Naciones Unidas. Representantes de todos los países del mundo se han reunido entre el 25 y el 27 de septiembre para aprobar la Agenda 2030 y dar el pistoletazo de salida a una serie de cambios que definirán cómo será el mundo en 15 años.
Ahora y juntos
Dos palabras que no podemos olvidar si queremos cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Ahora, porque los retos son enormes y no hay tiempo que perder. Y, juntos, porque sabemos que las alianzas con actores clave como las empresas son fundamentales para llegar a todos los niños y las niñas. Porque no podemos dejar a ningún niño atrás. De ahí, que HANNA instruments, como ya lo ha hecho en anteriores ocasiones, aportará su granito de arena y hará fuerza con UNICEF para conseguir todas estas metas. “Tal vez seamos la primera generación que consiga poner fin a la pobreza, pero quizás también seamos la última que todavía tenga posibilidades de salvar el planeta. Si logramos nuestros objetivos, el mundo será un lugar mejor en 2030”.
Objetivo 6: Derecho al agua y al saneamiento
El acceso al agua potable y al saneamiento no son solo derechos humanos en sí mismos (reconocidos como tal por la Asamblea General de Naciones Unidas), sino también, elementos fundamentales para asegurar la salud y la supervivencia de los niños. Las enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y saneamiento, como la diarrea o el cólera, ponen en riesgo la vida de los niños, se vinculan con la falta de asistencia a la escuela o el abandono escolar, y pueden empeorar situaciones de desnutrición infantil. A pesar de los grandes avances realizados en los últimos años, 844 millones de personas en el mundo no tienen acceso a servicios básicos de agua potable, la mayoría en zonas pobres y rurales. Además, 2.300 millones de personas no disponen de instalaciones de saneamiento adecuadas. En situaciones de emergencia, tras un desastre natural o en conflictos armados, asegurar el acceso al agua potable es clave para la supervivencia de la población y para evitar la propagación de enfermedades. Los efectos del cambio climático son especialmente visibles en el agua: en forma de sequías, inundaciones o tormentas. Cuando suceden estos fenómenos, suministros enteros de agua pueden quedar arrasados o contaminados. Además, durante las sequías, pocas familias pueden permitirse emigrar, lo que les obliga a depender de suministros de agua contaminados. Casi 160 millones de niños viven en zonas con riesgo de sequías y más de 500 millones de niños viven en zonas con alto riesgo de inundaciones. No hay duda, este mundo necesita un cambio y, juntos podemos salvar la vida de muchos más niños.
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