Como en la vida, la búsqueda del equilibro es la máxima de cualquier sistema acuático. Lograr este objetivo es indispensable para que puedan coexistir tanto plantas como organismos vivos. El elemento que permite dicho equilibrio, es el proceso de oxidación del amoníaco.
Cuando el ecosistema produce residuos orgánicos, debido a las excreciones o simplemente como consecuencia de la reducción de nitrógeno, se genera amoníaco. En función del pH de las aguas, temperatura y salinidad, se puede formar la especie iónica (NH4+ para aguas ácidas) o la forma no ionizada (NH3 para aguas alcalinas), la cual es mucho más dañina para la flora y la fauna, porque entra a formar parte del ciclo de oxidaciones del nitrógeno, pudiendo producir sustancias tóxicas en altas concentraciones.
¿Qué es y cómo afecta el ciclo del Nitrógeno a la vida de los peces?
El nitrógeno es el elemento más abundante de la tierra y es imprescindible para la división celular, la producción de clorofila o la producción de sustancias nutritivas. El nitrógeno aparece debido a la producción de desechos orgánicos, tales como materias fecales, hojas muertas, peces muertos, restos de alimentos o polución, formando amoníaco (tóxico) y amonio en el agua. A partir de este y en presencia de oxígeno las bacterias aerobias, Nitrosomonas, generan nitritos y nitratos, proceso denominado Nitrificación.
El NO2, en pequeñas cantidades es inocuo, pero cuando su concentración aumenta, pasa a sangre en los organismos vivos e impide que estos puedan captar oxígeno, produciendo su muerte.
Por tanto, será importante regular y asegurar la concentración de oxígeno, así como la renovación del agua ya que, si la concentración de oxígeno disminuye, las bacterias anaerobias ganarán terreno reduciendo el nitrato a nitrito.
Para favorecer el equilibro del ciclo de N2 es indispensable mantener altas las concentraciones de O2 y una temperatura adecuada. Además de controlar el pH, para trabajar en intervalos de 7 a 8.
Otro de los procesos en los que se recomienda el control del amonio es la filtración biológica. Esta, consiste básicamente en hacer pasar el agua a través de un filtro que contiene gran cantidad de bacterias (Nitrosomonas y Nitrobacter) las cuales reciclan los productos catabólicos, concretamente el amoníaco en nitrito y después en nitrato, disminuyendo drásticamente su toxicidad.
Mantener el equilibrio controlando los parámetros
El control del Amonio, será una manera de prever las posibles oxidaciones que se producirán y hacia donde tenderá el equilibrio existente. El objetivo principal debe de ser, hacerlo de una forma sencilla, sin alterar el ecosistema, y obteniendo resultados al instante a pie de balsa y con precisión. Por eso HANNA ha diseñado los equipos portátiles HI784.
Checker de amonio para agua marina (HI784)
A continuación presentamos el nuevo medidor, a través de este video tutorial, donde se ve paso a paso como se realiza una medida , de forma rápida y sencilla.
Los mini fotómetros HI784 funcionan en base a técnicas colorimétricas que determinan específicamente el compuesto buscado por absorción a una determinada longitud de onda. El HI784, es un fotómetro específico de Amonio/Amoníaco en agua de mar y se mueve en concentraciones entre 0.00 a 2.50 ppm de NH3.
La determinación de amonio en agua de mar, por el método Nessler tradicional presenta importantes interferencias en agua de mar ya que el calcio, el magnesio y los sulfuros provocan turbidez en la muestra al reaccionar con el reactivo químico, dificultando su lectura fotométrica.
HI784 aplica una adaptación del método de salicilatos, gracias al cual podemos realizar una medida precisa de Amonio en el rango entre 0.00 y 2.50ppm de NH3 con una resolución de 0.01ppm, una exactitud de +/-0.05ppm y sin necesidad de ningún tratamiento previo sobre la muestra.
Si quieres conocer el HI784 más en detalle puedes solicitar una demostración virtual en nuestra web, o si lo prefieres, contacta con nuestro equipo de expertos, te asesoraremos en todo lo que necesites y buscaremos la mejor solución para ti.
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