Abrir el grifo, dejar correr el agua, acercar un vaso y beber
Estas acciones tan sencillas son comunes en el primer mundo, pero obtener agua apta para el consumo humano no es algo tan fácil para aquellas regiones del mundo que carecen de agua potable en cantidades y calidad suficiente. Existe un 2% de agua dulce disponible en el mundo y de ese porcentaje, el 70% se encuentra en glaciares o formas no extraíbles, por eso, las instalaciones de tratamientos de aguas y las desalinizadoras, cobran tanto interés en la actualidad.
La potabilización de agua es un proceso en el que, mediante tratamientos fisicoquímicos, se elimina la materia mineral, orgánica y contaminantes biológicos de las aguas brutas, para hacerlas aptas para el consumo humano y formar parte de la red de abastecimiento. En España, existen aproximadamente 1.300 plantas de tratamiento de aguas y unos 11.000 depósitos de agua potables que proporcionan 250 litros de agua por persona al día, distribuidos a lo largos de todo el territorio español mediante 224.000 km de tuberías.
Las ETAP, estaciones de tratamiento de aguas potables, son las instalaciones que se encargan de realizar los procesos de potabilización. Se encuentran localizados entre las instalaciones de captación de las aguas y los depósitos que las distribuyen. Se realizan hasta 6 tratamientos a lo largo de las ETAP para conseguir adaptar las propiedades del agua al consumo humano.
Potabilización del agua
Las aguas brutas se clasifican en 5 tipos: aguas provenientes de las instalaciones de almacenado de aguas de tormenta, aguas de manantiales naturales que afloran desde las superficies más bajas, aguas subterráneas, captadas a través de pozos, aguas superficiales, entre las que se encuentran: ríos, arroyos, embalses, etc. y las que provienen del mar, siempre y cuando lleven un proceso de desalinización previo. En función de la calidad de éstas, serán necesarios un mayor o menor numero de procesos.
Los procesos más importantes están englobados en las siguientes etapas:
Pretratamiento de agua
Cuando las aguas contienen una elevada concentración de sedimentos será necesario realizar un primer cribado, para poder eliminar aquellos sólidos de mayor tamaño, arenas y sedimentos de menor tamaño que puedan dañar los filtros de las bombas potabilizadoras.
Coagulación
En el primer paso se eliminan todos aquellos sólidos que sedimentan de forma natural, mientras que, en la coagulación, se consigue la eliminación de aquellas partículas que naturalmente no pueden, a través de la adición de sustancias como sulfato de alúmina o polielectrolitos para que de forma “artificial” puedan coagular y formar flóculos que sedimenten. En este proceso se ajusta también el pH mediante la adición de ácidos o especies alcalinas.
Decantación
Una vez han sedimentado todas las partículas presentes, el siguiente paso es decantar todas esas impurezas y conseguir separarlas por la acción de la gravedad. Estas partículas se transportan con la corriente de agua generada. El objetivo en este paso es intentar no alterar la turbulencia del transporte, ya que de esta manera las partículas más pesadas son las que decantan y quedan sedimentadas al fondo, y el resto, flotan y quedan en las capas más superficiales.
Filtración
Las aguas que se decantan se pasan por filtros porosos que retienen aquellas partículas flotantes. Los más utilizados son los de arena o carbón activo.
Desinfección
Una vez se han eliminado las partículas presentes, la mayoría de las cuales, provocan la turbidez del medio, será necesario destruir cualquier tipo de bacteria presente en el agua. En este proceso, se utilizan diferentes productos químicos tales como hipoclorito de sodio, hipoclorito de calcio, ozono, etc. Para asegurar un agua apta para el consumo, será necesario que la concentración de cloro residual libre sea de 0.3 y 0.5 mg/L.
Análisis de las aguas
Después de realizar todos los tratamientos, para asegurar que el proceso ha finalizado y las aguas que llegan a la población son aptas, será imprescindible la realización de estudios fisicoquímicos, en el que se controlaran parámetros tales como pH, turbidez, ORP, Cl2, entre otros, además de regular las propiedades organolépticas como el color, olor o sabor.
Análisis de agua durante el proceso de potabilización
El último paso del tratamiento de aguas, una vez completado todos los análisis previos es conocer las propiedades finales del agua que se ha tratado. Antes de añadir y dosificar cualquier reactivo, previamente será necesario en que, condiciones llega el agua al final de la ETAP.
Según el RD 140/2003, los puntos de autocontrol deberán ser representativos del abastecimiento de aguas, por lo que los análisis se realizarán a la salida de la ETAP y además a la salida del depósito de distribución, en cada uno de los puntos de entrega y en la propia red de distribución. Los tipos de análisis serán organolépticos realizando controles en base al olor, sabor, color y turbidez (estos últimos siendo de los más importantes, ya que hacen referencia a la presencia de partículas sólidas en suspensión y que por lo tanto pueden mostrar una contaminación del agua al provenir de residuos orgánicos, industriales o metálicos de la propia red de transporte), y análisis fisicoquímicos que incluyan conductividad, pH, E. Coli, amonio y bacterias coliformes. En el caso de que existiera un riesgo, se añadirán también al análisis de los parámetros el cloro libre residual y combinado, metales como aluminio y hierro.
En la siguiente tabla se muestran los límites establecidos:
Parámetro | Límite |
Aluminio | 200 µg/L |
Amonio | 0.50 mg/L |
Cloro combinado residual | 2.0 mg/L |
Cloro libre residual | 1.0 mg/L |
Conductividad | 2500 µS/cm-1 a 20°C |
Hierro | 200 µg/L |
pH | 6.5 a 9 |
Turbidez | 1 UNF |
Fuentes
https://www.iagua.es/noticias/espana/locken/17/07/11/infraestructuras-agua-espanolas-numeros
https://www.aragon.es/-/-como-se-potabiliza-el-agua-
https://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/2426/1/tq1066.pdf
https://www.redalyc.org/journal/5537/553768131002/html/
RD140/2003
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