5 razones para cambiar a la valoración automatizada

valoracion automatica

La valoración sigue siendo un análisis esencial en muchas industrias y laboratorios. La valoración manual es el método más común, ya que es rápido y fácil de realizar; sin embargo, la determinación visual y la dosificación manual hacen que los resultados varíen dependiendo del analista. Por muy entrenado que esté el personal, existen diferencias entre uno y otro analista y ello genera errores y alteraciones en los resultados cuando hay cambios en las personas.

Con el aumento de los estándares de calidad analítica, toda empresa y sus clientes deben estar seguros de que sus requisitos se cumplen de manera consistente, con fiabilidad y trazabilidad suficiente.

La valoración automática elimina el elemento subjetivo con la detección visual  del punto final. La tecnología de valoración automática es más accesible, fácil de usar y asequible que nunca. A continuación, enumeramos las cinco razones para cambiar de la valoración manual a la valoración automática.

Razón #1: Su punto final se basa en datos, no en opiniones.

Los valoradores automáticos utilizan sensores como indicadores y estos sensores son sensibles a la cantidad de analito en su muestra. Una vez realizada la valoración, el valorador automático analizará los datos y determinará el volumen exacto en el punto final. Esto tiene la ventaja de una detección de puntos finales más sensible y no subjetiva, lo que genera resultados precisos y basados en datos.

Razón #2: Obtendrá mayor precisión y repetibilidad.

Las valoraciones manuales utilizan una bureta de vidrio para agregar el valorante a la muestra. Una llave de paso (una válvula que se puede abrir o cerrar manualmente para permitir el flujo de valorante) controla la dosificación de la bureta.

Sin embargo, la precisión de estas dosis depende completamente de la habilidad del analista.

En condiciones ideales, esto puede producir resultados razonablemente precisos, pero no es fiable cuando se comparan resultados entre diferentes usuarios con distintos niveles de experiencia.

Bureta valorador automático

Con la valoración automática, una bomba accionada por pistón de alta precisión realiza adiciones de valorante y cada muestra se valora de la misma manera ya que los parámetros de control están preprogramados. Estas bombas son capaces de administrar dosis tan pequeñas como 0,001 ml y proporcionan una resolución mayor que la que sería posible con la valoración manual, por lo que los resultados son precisos y repetitivos.

Razón #3: Puede reducir el uso de químicos y muestras.

Para obtener resultados precisos, la resolución de dosificación más baja, típica de las valoraciones manuales, se compensa con un tamaño de muestra más grande. El alto volumen de valorante compensa la imposibilidad de utilizar dosis pequeñas, lo que resulta en un mayor uso de productos químicos. El mayor consumo de productos químicos es un gran problema, especialmente si el valorante empleado tiene un alto coste.

Por ejemplo, la sal y la acidez son análisis habituales en los alimentos. La sal se determina mediante valoración con nitrato de plata, un valorante relativamente caro. La valoración automática puede reducir significativamente el consumo de valorante sin comprometer la precisión de los resultados. Debido a la alta precisión de la dosificación, las valoraciones pueden utilizar tamaños de muestra más pequeños y, como resultado, utilizar menos valorante.

Si bien el costo inicial de puesta en marcha de la valoración automática es mayor, a medio plazo, el ahorro en productos químico amortiza la inversión realizada.

Razón #4: Ahorrará tiempo y aumentará la productividad en el laboratorio.

Uno de los mejores beneficios de cambiar a la valoración automática es el ahorro de tiempo de laboratorio activo.

Las valoraciones manuales requieren toda la atención de la persona que realiza la prueba, ya que agrega el valorante y observa el punto final. Dado que el analista está ocupado durante toda la prueba, no puede realizar otras tareas hasta que se complete la valoración.

Cuando las valoraciones están automatizadas, el usuario ya no participa en el proceso de valoración una vez preparada la muestra e iniciada la valoración. Mientras la valoración avanza automáticamente, el usuario puede preparar la siguiente muestra de valoración, ejecutar otra prueba o realizar cualquier otra función. Todo lo que el usuario debe hacer es regresar al valorador al finalizar y obtener el resultado, solo un par de minutos después.

automuestreador

Además, los automuestreadores de HANNA instruments, HI922 pueden automatizar hasta 18 muestras por lote cuando se combina con un valorador HI932C, por lo que el ahorro de tiempos es mucho mayor.

Razón #5: Obtienes trazabilidad de tus datos.

Incluso si una valoración manual se realiza correctamente, el resultado no es fácilmente trazable debido a la falta de un informe. Además, si bien los informes manuales son factibles, pueden ser propensos a errores al transcribir y transferir datos.

Los sistemas de valoración automática son capaces de generar un informe automático para cada valoración. El informe se puede personalizar para incluir resultados, parámetros de valoración, puntos de datos específicos de dosis e información sobre buenas prácticas de laboratorio (GLP). El extenso informe ofrece confianza en la validez de los datos de valoración y permite un fácil mantenimiento de registros.

Además, las curvas de valoración nos darán información muy válida para evaluar la calidad de la analítica realizada.


Conclusión

En general, los sistemas de valoración automática proporcionan una forma sencilla de aumentar el rendimiento, la precisión, la trazabilidad y la tranquilidad en el laboratorio o en producción.

Existe una cierta inversión de capital inicial, pero es posible que esta inversión no sea tan alta como cree. Para aplicaciones de gran volumen, el ahorro de tiempo y reactivos por sí solo es suficiente para proporcionar un retorno de la inversión en un sistema de valoración automática avanzado.

valorador HANNA HI931

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